Cheesecake de Mortiño
PORCIONES
8
PREPARACIÓN
25 min
COCCIÓN
45 min
RECETA
Ingredientes
Para la base de la tarta:
- Un paquete de galletas maria (o digestive)
- 85 gr de mantequilla o margarina
Para el relleno de la tarta:
- 900 gr de queso crema,
- 200 ml de crème fraîche (o yogur griego)
- 250 gr de azúcar
- 3 huevos
- zumo de medio limón
- 3 cucharadas soperas de harina de repostería
- una pizca de vainilla
Para la salsa de mortiño:
- 300 gr de mortiño (pueden ser congeladas)
Paso a paso
- Precalentando el horno a 200ºC.
- Trituramos las galletas con ayuda de un robot de cocina, o metiéndolas dentro de una bolsa y golpeándolas con un rodillo, hasta obtener un polvo de galleta fino.
- Aparte, derretimos la mantequilla y la mezclamos con la galleta en polvo (la textura debe quedar como arena mojada). Cubrimos la base de un molde desmontable de 20 a 24 cm con papel de hornear, distribuimos encima la masa de galleta, presionando bien con una cuchara o con las manos, e introducimos la base en el congelador .
- Batimos el queso crema con unas varillas, añadimos el azúcar, la crème fraîche (o el yogur), la vainilla, el limón y la harina, hasta obtener una crema lisa.
- Añadimos a continuación los huevos de uno en uno, pero sin batir mucho, lo justo para que se incorporen pero no coja mucho aire la masa.
- Ponemos la mezcla de queso sobre la base de galletas que habíamos preparado previamente.
- Introducimos el cheesecake en el horno, y horneamos 10 minutos a 200 º C. Posteriormente bajamos la temperatura a 90 º C y horneamos durante 30 minutos más.
-
El interior de la torta, al moverlo, parecerá un flan. Pasado este tiempo, dejamos la tarta de queso en el horno apagado varias horas. Una vez a temperatura ambiente la tarta, la llevamos al frigorífico hasta que esté totalmente fría (lo mejor es preparar la tarta de un día para otro).Por último preparamos la salsa de mortiños. Para ello hidratamos la hoja de gelatina en un vaso de agua fría durante 5 minutos. En una olla aparte, calentamos los mortiños lavados con el zumo de limón y el azúcar, y removemos constantemente.
- Cuando la salsa de mortiño esté bien caliente, y triturada a nuestro gusto, incorporamos la gelatina bien escurrida a esta mezcla, removiendo hasta que se disuelva totalmente. Distribuimos la salsa de frambuesa sobre la torta y se metemos de nuevo en la nevera hasta que vayamos a consumirla.